Como dijimos más arriba, el proceso Lanluma es natural por lo que hay que esperar entre dos y tres meses para que el colágeno empiece a mostrar efectos visibles y durante hasta dos años.
Después de estos dos años es conveniente repetir el tratamiento, aunque hará falta la mitad de producto porque los tejidos habrán absorbido la base de ácido poli-L-láctico de la primera vez.
Por este mismo motivo, también será más económico.
Los resultados que se pueden conseguir mediante Lanluma son los siguientes:
- Corregir la flaccidez sin hacer demasiado hincapié en el volumen
- Suavizar la forma de los glúteos con un ligero aumento de volumen
- Rellenar los glúteos de forma muy visible
Esto depende tanto de la cantidad de Lanluma que se aplique como en la zona concreta, lo que a su vez responderá a los deseos del paciente.
En el último caso, si el paciente desea un incremento muy significativo del volumen de los glúteos, quizá sea recomendable acudir a la cirugía para hacer una transferencia de grasa.
Los hábitos del paciente también influyen en los efectos de Lanluma.
Si hay una exposición demasiado prolongada al sol, el nuevo colágeno se descompondrá con más rapidez por lo que los efectos pueden durar menos.
Es el motivo por el que las personas que se han sometido al tratamiento de Lanluma no suelen tomar el sol y recurren a otros métodos si quieren broncearse.
De la misma forma, el tabaquismo también influye en Lanluma porque provoca retraso en la generación de nuevo colágeno, que es la clave para que el producto surta el efecto deseado.
Corresponde al grado I en la clasificación del bruxismo y hace referencia al hábito inicial de frotar o rechinar los dientes, que se produce de forma ocasional y por un corto periodo de tiempo. A menudo está causado por factores relacionados con el propio paciente que, al ser corregidos, llevan a su desaparición.
